jueves, 10 de septiembre de 2015

Escucha a tu cuerpo

Por muchos meses tuve sueños que me decían que yo tenía cáncer. Aun después de la terrible noticia de que mi madre pronto moriría de cáncer de pulmón y yo relacionara mis sueños con su enfermedad, yo seguía escuchando esa voz que de noche me despertaba de sobresalto. Nunca tuve síntomas de Linfoma. El único indicio fue esa masa que me descubrí en el cuello. Pero  a medida que no había cambio en mi condición, algo me decía que no estaba bien. Fue la última visita con el especialista de cuello y cabeza cuando por insistencia mía me realizaron la biopsia.

Creo que el error más común en toda la gente que sufre de algún mal de este tipo es no escuchar a su cuerpo y confiar en que el médico que nos trata lo puede saber todo.
Por ejemplo: un caso de alguien cercano que se sentía una bola en la garganta e iba al doctor a su revisión obligada, el doctor le contestaba que no tenía nada, que era una jovencita consentida. El resultado de esas visitas con el medico: cáncer de tiroides!
Otro ejemplo de una persona que sufría de diarreas continuas e insistentemente acudía a su médico, y después de varios meses y con una oclusion intestinal fue que le descubrieron que tenía cáncer de colon.
Al igual que todas las mujeres debemos autoexplorarnos los senos, los hombres deberian de revisar sus órganos reproductivos.
Después de una importante oclusion intestinal, llegó al hospital de emergencia, lo drenaron por la nariz ya que era imposible ponerle un enema. Tampoco le hicieron una revisión física! Pasados unos días en el hospital, ya un poco desinflamado, durante la primera exploración física, le notaron una masa en su abdomen y después de practicarle los estudios pertinentes le detectaron cáncer de testículo.
Fue cuando mi madre enfermo y después de buscar información acerca de su padecimiento que supimos que ella tenía todos los síntomas!
Como nuestras historias, habremos escuchado infinidad de diagnósticos tardíos o simplemente maldiga diagnosticados.
La única manera de prevenir el linfoma, es estar muy atentos a los signos del cuerpo.


Desafortunadamente, quien tiene una enfermedad tan peligrosa como el cáncer, no siempre se detecta en fases tempranas.  Debemos escuchar a nuestro cuerpo. Nuestro cuerpo es una máquina perfecta. Siempre funciona, como un cuerpo de engranes. Cuando uno se descompone tiene que haber una respuesta que no siempre es oportuna, damos por hecho y depositamos nuestra confianza en los médicos y dejamos de escucharnos.
Así sea una comezón persistente, una inflamación abdominal o cualquier pequeño síntoma o una masa que no debe de estar, debemos atenderlo oportunamente y no dejarlo pasar.
Tal como se ha hecho la difusión oportuna del cáncer de mama, debería de haber difusión informativa de los cánceres más comunes y desafortunadamente no la hay.

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