jueves, 19 de noviembre de 2015

Fatiga durante la radioterapia

El cansancio que surge cuando te están dando el tratamiento contra el cáncer no es lo mismo que sentirte cansado después de una larga caminata por el parque o de un día intenso de trabajo. La diferencia está en que ese cansancio se alivia fácilmente con sólo sentarte un rato en el sofá o durmiendo.
En cambio, la fatiga que puedes sentir después del tratamiento de la radioterapia es diferente. Se podría describir como el no tener energía, ni física ni mental, para hacer tus actividades diarias, desde que te levantas por las mañanas, falta de energía para ir a trabajar o a estudiar, o simplemente para salir a hacer la compra de la comida. Además, no se alivia simplemente sentándote a descansar.
Este cansancio o fatiga se conocen como efectos secundarios tempranos de la radioterapia, porque surgen durante el tratamiento y duran sólo unas cuántas semanas después de que se termina. El problema es que a veces el cansancio llega a ser tan intenso, que tu vida normal podría verse seriamente afectada pues quizá no te sientas capaz de trabajar, de compartir con tu familia o tus amigos y algunas veces quizá no tendrás ánimos ni siquiera de ir hasta el centro médico para continuar con tu tratamiento.


¿A qué se debe este cansancio? De todos los cambios físicos que sufre el cuerpo durante la radioterapia, es difícil definir cuál es el causante directo de la fatiga o si es simplemente que se suman varios factores. Puede deberse a que tengas anemia, a falta de minerales, a depresión, o simplemente al estrés y la ansiedad causadas por la enfermedad y el tratamiento. No te olvides que la radioterapia puede ser un tratamiento fuerte para tu cuerpo y por lo tanto tus energías se pueden agotar más fácilmente.
De todos modos, eso no quiere decir que debes simplemente hacerte a la idea y sentarte a esperar que el cansancio se vaya y vuelva tu energía normal. Hay muchas cosas que puedes hacer para aliviar el cansancio o simplemente para hacer tus días más fáciles.
Aliméntate bien. El comer bien es esencial para sentirse saludable y con energía. Por eso en este momento no debes descuidarte en relación a tu alimentación. Tu médico te puede recomendar una dieta saludable durante el tratamiento.
Haz ejercicio. Aunque te suene contradictorio, el quedarte en cama durmiendo no es la solución para el cansancio causado por la radioterapia. Al contrario, puede hacer que te sientas peor. Se ha comprobado que muchos pacientes con cáncer que están recibiendo el mismo tratamiento, se sienten mejor cuando hacen entre 15 y 30 minutos de ejercicio ligero diariamente, por la energía que se libera en todo el cuerpo. El salir a caminar, nadar o montar en bicicleta son buenas opciones
No te exijas de más, descansa. Cuando planees tu día, haz sólo lo que sea más importante para ti y ten claros los límites de tu capacidad. Es decir, no te comprometas a hacer algo que no puedes y acomoda tus horarios de trabajo de acuerdo con tus posibilidades.
Además, ten en cuenta que siempre necesitarás un rato para descansar entre las diferentes actividades. Pequeñas siestas durante el día o aunque sea 15 minutos de descanso entre las actividades, te ayudarán. Y durante la noche, duerme mínimo 8 horas.
Organiza tu lugar de trabajo y tu casa. Trata de ubicar a tu alcance las cosas que más necesitas y que usas a diario. Si te gusta tomar agua o jugo, ten siempre una jarra llena a mano; pon tu ropa en el lugar más accesible del armario; estaciona el auto cerca; etc.
Pide ayuda. Tus amigos y familiares quieren ayudarte, pero no saben cómo. Esta es una de las mejores oportunidades que tienen para hacerlo y que a ti te viene de maravilla. Por ejemplo, pide ayuda con las tareas del hogar que te quitan mucha energía, como hacer las compras, cocinar, limpiar y ordenar, o lavar la ropa. También pueden llevarte a tus citas médicas para que no tengas que conducir.
Si el cansancio no se mejora con estas tácticas, habla con tu médico. Él o ella podrían tener otras recomendaciones, o quizá sugieran interrumpir el tratamiento por un tiempo mientras recuperas tus energías.

martes, 17 de noviembre de 2015

Mi primera radioterapia


Después del intento fallido con 6 ciclos de quimioterapia, aún quedo actividad tumoral en uno de los ganglios linfáticos del cuello. Lógicamente me tomaron una nueva biopsia para saber qué exactamente tengo que no se quitó con la quimio y para medir la radiofrecuencia con que lo van a tratar.
Pues estando en la sala de espera, con dos horas sin sistema, tuve oportunidad de mirar caras nuevas expresiones nuevas. En todas ellas busqué la pulsera distintiva de paciente. Todos, por fortuna, venían con compañía. Muchos de ellos interactuaron contando sus historias. Siento una pena que me abruma. Pena de saber cuánta gente pasa por lo mismo que yo, o peor. Niños, adultos mayores en silla de ruedas, jóvenes usando bastones. Todos esperando pacientemente su turno. Me han dado una gran lección. Mantener la cabeza en alto, demostrar que somos guerreros y tomar con calma cada paso a seguir. Sonreír.
He de seguir demasiado sensible. Lloré por mí y por cada uno de los pacientes alrededor mío, lloré por mi madre. Recuerdo a mi madre, a quien perdí recientemente a causa del Cancer más agresivo y devastador de todos. Cancer de pulmón de célula pequeña. Los efectos secundarios de la quimioterapia que ella sentía, me ha tocado vivirlos en carne propia. Me acuerdo los peores efectos secundarios de la radioterapia, que la dejaron con el esófago quemado por meses, sin poder comer o tragar nada, y más me acuerdo de ella. Pero su fortaleza, su valentía, su orgullo, su energía me las dejo como la mejor herencia. Enfrentar la enfermedad con valor y dignidad.
No me ha resultado fácil hacerme a la idea de que tengo Cancer. Nunca tuve síntomas. Pero lo he tenido muy presente con cada aplicación de la quimio, cada estudio, cada muestra de sangre, la fatiga, el simple hecho de mirarme al espejo y ver que no soy la misma. Ni modo. Me tocó. Espero que también me toque salvarme y pronto poder despertar de esta devastadora pesadilla.


Vengo con toda la fuerza, recuperada, contenta de iniciar la segunda etapa del tratamiento para el linfoma de hodgkin. La radioterapia.
Para la simulación, en la que me hicieron un molde y una máscara a mi medida también me dejaron unos dibujitos muy monos con unos tatuajes. Esas marcas son donde se tiene que alinear la luz de la máquina con la que me van a radiar.
Hoy tuve mi primera sesión de 22. No sentí nada. Me dejaron un par de dibujos más con un balín, donde  se centrará la máquina en cada sesión.
Por el momento no he tenido efectos secundarios que podrían ser:
Sequedad de boca, enrojecimiento de la piel en él área tratada, fatiga, náusea, diarrea.

Pero todo ha salido bien. Creo que después de estas lecciones de vida y esta primera sesión, estaré más relajada.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Resultado de mi cuatro PET CT

Pues les comparto que mi camino durante mi enfermedad no ha sido de leche y miel.
De ser a simple vista algo tan sencillo, un linfoma de hodgkin estadio IIa, con posibilidad de resolverse con dos ciclos de ABVD y a continuación radioterapia, algo que no entiendo, está pasando y no puedo terminar.
Finalicé los 6 ciclos de ABVD (número máximo de químios para linfoma), hacemos el PETCT con la esperanza de que mi SUV max hubiera disminuido.
No es así. Muchas de las lesiones ya no tienen actividad. Pero una  de ellas no sólo tiene actividad  sino que se hizo persistente, aumentó el SUV max (actividad tumoral) de 3.8 a 9.2 y de nuevo con la incertidumbre de qué demonios tengo dentro de mí que ni con veneno se quita.
Los doctores están de acuerdo en hacer una nueva biopsia y saber exactamente el comportamiento de la lesión para saber qué exactamente van a tratar. Aún habiendo actividad tumoral, están también de acuerdo en que el tratamiento a seguir es la radioterapia.
Ahora mi miedo es que la biopsia revelara otro tipo de Cancer no relacionado con linfoma y empecemos el camino desde cero.  Mis miedos son infundados pero no soy médico y tengo muchas dudas. Por más que trato de informarme  acerca de mi enfermedad más miedo me da porque no suena nada alentador.
Aún llevando el tratamiento de radioterapia a cabo, si una lesión después de seis ciclos de ABVD, persistió, que me asegura que después de la radioterapia, entre yo en remisión.

No hay nada en este mundo que ame yo más que a la vida misma, quiero vivir, me quiero a mi misma, he puesto todo y lo seguiré haciendo hasta recuperar mi salud. De esto, no me voy a morir.

Me queda la mitad de mi vida por delante y adoro a mi familia, a mi marido y a mi gente que me rodea. Me quedan por cumplir muchos sueños e ilusiones.
Seguiré adelante. Nada me detendrá!
Soy una guerrera!

lunes, 2 de noviembre de 2015

Mi cuarto PET CT

Durante el transcurso de mi enfermedad me han realizado tres PET Scan ( tomografía por emisión de positrones) Mañana por la mañana me harán un PET Scan. Esto quiere decir que me van a reestatificar y ver la evolución del tratamiento.



Estoy aterrada porque en los tres anteriores no había bajado la actividad tumoral lo suficiente para entrar a radioterapia.
En este punto hay dos caminos. Si el estudio sale bien, pues empezaré el fin del tratamiento con radioterapia. Si llegara a salir que todavía tengo actividad tumoral quieren sacar el ganglio donde se encuentra dicha actividad y examinarlo a profundidad y el comportamiento del mismo, para saber exactamente por donde atacarlo.
Ya prueba más difícil ya la pasé. Seis ciclos (12 aplicaciones de ABVD). Creo que lo que viene es más fácil con el consuelo de que es la recta final para vencer al Cancer.
Deséenme suerte y pronto estaré compartiendo los resultados!

Animo a quienes padecen de linfoma de hodgkin, el camino es difícil pero lo vamos a lograr!