jueves, 25 de octubre de 2018

Por la vida!

Al día de hoy, a casi dos años de finalizar mi  tratamiento todo vuelve a tomar forma. la vida tiene color. Lo que la quimio dejo en mi cuerpo fue que quedé un poco osteoporótica, mi función tiroidea se ha alentado, aun conservo mi Trofeo (el port a cath) que orgullosamente luzco  y en la nuca ya no me creció el cabello en la zona radiada. ademas de esto, sigo teniendo frío y ha variado mi visión.
Cualquiera de estas cosas seguramente le suceden a una persona sana y normal
Así es que me siento como despertando de una pesadilla lejana y aun siento escalofríos y siento que las lagrimas me salen solas cuando se de alguien que es victima de esta enfermedad últimamente tan común. Mi médico tiene toda la razón. La medicina ha avanzado a pasos agigantados. El promedio de esperanza de vida ha aumentado y la calidad de vida promedio ha mejorado. Hay tantos avances que la gente ya no se muere de una enfermedad del corazón o de una neumonitis, para todos los padecimientos hay una solución médica. en cuestión de cáncer, aunque ha avanzado, seguimos en pañales. 

Les repito.
nunca voy a lamentar lo mucho que sufrí durante el tratamiento porque finalmente todo valió la pena. somos incansables guerreros y después de haber vivido un infierno nada ni nadie puede derrotarnos.
Admiro la valentía y el coraje con la gente supera estos episodios. mis respetos a los familiares y queridos cercanos. 
merecen el cielo por ser tan pacientes y cuidar de nosotros como ángeles.

Viva la Vida!
Cumple tus sueños!
Ama a tus hijos!
ama a tus nietos! 
Ama a Tu pareja!
Ama lo que haces! 
Apasionate por la vida!
y una y otra vez, como brindamos  en hebreo
  ¡Le Chaim! 
¡Por la vida!

viernes, 8 de junio de 2018

La quimioterapia no me resultó, fue la radioterapia!

Cuando fui diagnosticada con linfoma de hodgkin en un principio me habían dicho los médicos que mi tratamiento sería de dos ciclos de abvd  y radioterapia. Pero no resultó como esperábamos. Después de un pet, seguía teniendo actividad metabólica. Probamos con dos ciclos más pero el siguiente pet no solo revelaba que m
La actividad metabólica había aumentado de 5.4 a 9.8. Casi como empecé. Me dieron dos ciclos más. En total 6. Aunque había disminuido la actividad metabólica, la quimioterapia no fue suficiente para eliminar el linfoma. El Paso a seguir era la radioterapia. Me daban un 20 % de probabilidad de que resultara efectivo. Si no resultaba, tomaríamos medidas más drásticas, un par de quimioterapias de otro tipo y finalmente iríamos por el transplante de médula, para lo cual sería necesario bajar mis defensas a 0 para poder realizarlo.
Era tan poca la probabilidad que me salí del consultorio. Por poco me rindo. Quería ir a la segura. Le dije a la radióloga que no quería yo pasar por la radioterapia e ir directamente al transplante de médula.
Fueron muy pacientes conmigo. Fueron momentos muy difíciles y desoladores. No podía pensar claramente. Me convencieron de hacer la radioterapia, ya que era un paso que no podía saltar.
Bendita la Radióloga! Me salvó la vida. 19 sesiones de radioterapia. Listo! Acabamos con el linfoma.

Nadie estamos excentos de que no funcione uno u otro tratamiento. Son más que expertos los médicos que nos tratan. Su obligación es hablar con toda la verdad y al mismo tiempo orientar a su paciente a tomar la mejor desición.

Así fue como mi cuerpo reaccionó, mi células hicieron resistencia a la quimioterapia. Pero todos somo individuales y cada cuerpo reacciona de distinta forma  y no quiere decir que a todos nos puede suceder.

Lo importante es nunca rendirse. Si se puede!
 Hoy a tres años de haber pasado por esto me siento totalmente recuperada,  viva y feliz de haber ganado la batalla! Así es que con todos mi respeto y admiración a todos los que hemos pasado  por estos difíciles momentos les pido que no se rindan.
Valientes guerreros!

miércoles, 31 de enero de 2018

Siento miedo

Aun después de todas las punciones, piquetes, intervenciones, tratamientos, en fin todo lo que un paciente de linfoma de hodgkin ha pasado, sigo siendo una miedosa de las agujas. Más bien el miedo de volver a entrar a ese estudio llamado PET CT, sentir frío pensar mil cosas que se remueven en la memoria. Mañana me toca. Con todo mi valor reunido en mi persona iré y espero en Dios recibir buenas noticias.
 A veces me pregunto si realmente viví este fuerte episodio, ya no siento nada físicamente. Quedó en mi memoria y cuando lo recuerdo pienso que eso no lo viví yo. Es algo que le pasa a otras personas, no a mi.
Mis trofeos y recordatorios diarios me vuelven a la realidad. Pues sigo teniendo mi port a cath mi gastritis y mi cabello corto; mi habilidad para hablar fluidamente mermó un poco así como recordar palabras para poderme expresar. Otro de mis recordatorios es la mala calidad de mi dentadura y encías ya que a raíz de la radioterapia se vieron mermadas. Me duelen los pies al caminar.  Tengo catarata causada por el tratamiento.  Hormonalmente ya casi estoy normal. Gracias a una tableta que me receta mi ginecólogo vuelvo a sentirme humectada por dentro y por fuera.  El beneficio de esto es que no he sufrido los estragos del climaterio.
Otro trofeo que acabó de adquirir es que mi tiroides deja de funcionar normalmente por efecto de la radioterapia que fue muy cerca de la zona y sabíamos que eventualmente sucedería.
     La verdad nada de esto me hace sentir anormal. Pues una mujer sana de mi edad más o menos pasaría por todo esto.
Estoy sana! Estoy viva y disfrutando cada momento de mi vida rodeada de mi adorada familia!